mi propio tarro de basura

Monday, April 23, 2007

ESA RUBIA DEBILIDAD

Me destrozó el co-razón

Asomó la cabeza por la verja de madera, descubriendo unas motas de cabello dorado, hermoso, brillante y pálido, como finos hilos de una telaraña. Me acerqué para sentir el perfume de su sedosa ¡oh, maravillosa!, cabellera. Lo imaginaba suave, cándido y embriagador; de hecho, algo aturdido me encontraba ya cuando por fin me atreví a cruzar la empalizada color rojo tomate. Tal fue mi desilusión luego, que decidí allí, enfrente suyo, morirme de la vergüenza ajena.