SIGO CREYENDO EN TI

Si me preguntaras ¿cuándo fue la última vez que te bañaste?, te contestaría con los ojos semiabiertos que no me acuerdo, porque el agua me sabe extraña cuando amanezco con la boca reseca, especialmente después de quemar ramas y hojas como un loco el día anterior.

En todo caso, sigo creyendo en ti, aún cuando me inspires darte con un mazo en el cráneo para verte el interior, y comprobar, que estás hecho del material con que se construyen los sueños; porque alguien dijo una vez que "los sueños están destinados a morir."

Igual creo en ti, porque si no creyera, me quedaría en la nada, y aunque la inexistencia sea el Nirvana de los budistas, yo no soy budista ni nihilista, aunque sí me gusta Nietzsche, y a él también le creo, pero él está muerto, así que igual sigo creyendo en ti.